Mi día tiene más horas que las que dice el reloj, o por lo menos así se me ha hecho de largo hoy. Y es que es lo que tiene eso de comenzar a las 6 de la mañana... Ya estamos con el primer periodo de prácticas del Master y hay que madrugar!, prácticas en un instituto de verdad, con adolescentes de verdad... en fín todo de verdad menos nosotros que todavía somos profes de cartón piedra. La verdad es que me esperaba todo este rollo de los centros educativos de otra manera, un poco más como yo lo recordaba, y la verdad es que no sé si alegrarme o echarme a llorar. Me explico: Antes (hace 20 añitos?) había un nivel, un cierto interés por estudiar, unas espectativas de hacer una carrera... Ahora todo es otro rollo, el nivel del alumnado está por los suelos, la desidia por las nubes y un no saber a dónde a dónde se va ni para qué. No sé si alegrarme porque ahora más que nunca el profe pasa desapercibido ante sus alumnos, es un árbol más del parque, o una papelera... o qué se yo, el caso es que cuando uno se pone ahí delante y es primerizo, la inseguridad es grande y el miedo probablemente más grande y pagarías por pasar así como el que no quiere la cosa y encima silbando para disimular...
Pero la verdad es que no me alegro tanto, nuestros chavales, nuestro futuro, nunca ha estado más incierto.
¿Un reto? sin duda, ¿un reto titánico? seguro. Pero espero que entre todos podamos echar una mano para que salgan adelante. Cuento con vosotros, los docentes y con toda la sociedad, que por si aún no se ha enterado: ¡TAMBIÉN EDUCA!

1 comentarios:
Pues, yo no he entrado todavía en clase, así que sólo compartiré lo de la colaboración como compañeros. Cuenta con el apoyo de los que estamos en las mismas.
:) ¡ Po de mos !
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